10.11.10

¡Qué gran fiasco!

Uno de los mayores fiascos en la historia del atletismo se produjo el Roma en 1987.
La carrera por excelencia, la prueba de los 100 m.l., donde se decide quién es el hombre más rápido del mundo enfrentaba a dos grandes corredores y rivales.
Por un lado se encontraba Carl Lewis. El atleta estadounidense conocido como "el hijo del viento" era el vigente campeón del mundo y gran favorito.
Por otro lado se encontraba Ben Johnson. El atleta canadiense, de gran musculatura, venía apuntando fuerte en las competiciones previas y pensaba poner muy difícil las cosas al campeón.
Vean la carrera:





El resultado fue impresionante y Carl Lewis fijó como su principal objetivo recuperar el trono de atleta más rápido del mundo un año después en los Juegos Olímpicos de Seúl.
Vean la carrera:






Pero, esa musculatura tan desarrollada del atleta canadiense levantó las sospechas de muchos y 3 días después de la final de Seúl se destapó el escándalo.
El resultado del control antidoping de Ben Johnson había dado positivo por esteroides anabolizantes. En otras palabras, había hecho trampas.
Tras un sonado juicio el atleta canadiense fue despojado de todos sus títulos y récords y fue un triste ejemplo de cómo NO hay que actuar en el mundo del deporte.
¡Qué gran fiasco!

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